Hoy en día los paisajes son nucleares, las marinas rezuman chapapote, los bodegones sólo reproducen basura y naturalezas muertas, jarrones con flores marchitas y cardos borriqueros, las monnalisas lloran abusos de machos descerebrados pero con dos cojones, no hay retratos tan sólo caricaturas de gente con pasta pero sin lustre, los discóbolos tiran, sí, pero con cocteles molotov ... ya no hay tregua, ni siquiera en el arte.

miércoles, 30 de enero de 2008


¿QUÉ ES EL TRÁFICO DE ÓRGANOS?
El llamado "Tráfico de Órganos", sería una acción criminal organizada, destinada a proveer de órganos a los ricos consiguiéndolos a partir de personas pobres.
Un negocio de vida o muerte. El tráfico de órganos no tiene fronteras ni límites
Mafias y particulares llegan a ofrecerlos incluso por Internet
La desesperación por seguir viviendo alimenta el aterrador negocio del tráfico clandestino de órganos humanos en el mundo, una actividad que no conoce fronteras ni límites.
Por poner un ejemplo, sólo en México se realizan más de 4,000 trasplantes legales al año; además, más de 8,000 personas están en lista de espera, de las que 15% mueren al no recibir un órgano, informa el Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra) de México.
Con esta premisa, no es de extrañar que el precio de estos órganos en el mercado negro alcance precios desorbitados: 150,000 dólares por un hígado, 120,000 por un riñón, 60,000 por un corazón ó 45,000 por la córnea, entre otros.
En este sentido, la Universidad de Murcia, en España, advierte que "uno de los problemas más importantes que promueven el tráfico de órganos es que la oferta legal no ha avanzado al mismo ritmo que la demanda. Ningún país tiene los órganos suficientes para cubrir las necesidades de la población".
Hace unos días se revivió la polémica en torno al destino de los órganos de muchos prisioneros en cárceles y campos de concentración chinos. Las manifestaciones populares para pedir una mayor atención al problema coparon la portada de muchos noticieros internacionales. Respecto al tema, laorganización Human Rights Watch de Asia informa que en China se extraen ilegalmente más de 3,000 órganos de prisioneros al año (más de ocho diarios).
Los precios de éstos varían en los mercados clandestinos "baratos" de India (Bombay) o Kuwait, entre otros: 1,600 dólares por la piel de las piernas de los prisioneros; 400,000 por los intestinos ó 127,000 dólares por un pulmón.
La sombra de Internet Según el diario español "El Mundo", en la Red se han encontrado numerosos anuncios de venta. Uno de ellos ofrece "cualquiera de los órganos" de un preso chino y destaca que la venta se realizará "a la persona que puje más alto". En otro de los mensajes, aparecido en el portal de subastas chino Netease aparece "córnea de una persona con buena vista. Urge la venta por motivos de pobreza".
Las mafias también se sirven de la pobreza para comprar órganos y revenderlos a mayor precio. El rotativo se hace eco de una red internacional de traficantes de órganos desmantelada en 2004, que poseía negocios en todos los continentes.
La red, como muchas otras, no se servía generalmente del rapto o el asesinato para extraer los órganos y venderlos al mejor postor.
El grupo reclutaba gente dispuesta a vender uno de sus riñones. Para ello, integrantes de la mafia viajaban a las ciudades más pobres de algunos países, entre ellos Brasil o Tailandia, para encontrar "voluntarios", quienes eran enviados a Sudáfrica, donde reciben 10,000 dólares por uno de sus riñones.
Pero, como manifestó el eurodiputado socialista León Schwartezenberg, "el tráfico ilegal de órganos existe como lo hace el tráfico de droga", y puesto que se trata de la vida humana, es difícil pararlo

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por una vez, convendrás conmigo en que tanto los que promueven este tráfico, como los que se lucran con él deben pudrirse en la cárcel.

Pues te puedo asegurar que en las prisiones hay muchos de estos tipos sin escrúpulos que juegan con la salud de las personas traficando si no con órganos, si con drogas (y desde luego no me estoy refiriendo a los pobres yonquies, ni a los no menos desgraciados "muleros", que no son sino unas víctimas más).